Pensaba obligarme a escribir de todos modos, pero la verdad es que solo me apetece escuchar esta canción... y sentirme niña, para poder llorar y, mañana, ser capaz de sentirme adulta de nuevo. A veces, las chicas grandes también lloran.....
domingo, julio 29, 2007
Las chicas grandes no lloran
Desde luego creo que soy de lo peor ^_^ Tengo un montón de cosas buenas que contaros, agradeceros como siempre las visitas y explicaros en donde he estado metida - que tengo la sensación de que os interesará - pero la noche que había reservado para ello, esta, se me ha dado por llorar...
lunes, julio 09, 2007
Cuento II. Alén.
Nostálgica: recupero para este espacio un breve suspiro escrito hace casi diez años, cuando apenas tenía 15 años.
Sorprendida: porque aun mantiene la frescura por la que tanto me había gustado al escribirlo. Y un millón de imágenes se agolpan en mi memoria.
Avergonzada: está escrito en gallego (supongo que en gallego ya no normativo XD) y no me atrevo a traducirlo. No creo que tuviese sentido en otro idioma.
Con todo y a pesar de todo, espero que os guste: ALÉN
"A lúa perdeuse, perdeuse para sempre aquela noite.
Aurora só quería voar e acaricia-lo ceo, ser un paxaro ou unha bolboreta, por un intre.
Saiu da casa no medio da noite, espida, e correu co vento e xogou coa choiva e coas árbores. Aurora só quería divertirse.
Bailou nun aquelarre ó son das frautas dos trasnos e guiou á Santa Compaña polo pobo. Aurora só quería ser pícara.
Bañouse no mar e cantou coas sereas, nadou cos golfiños e engañou ás mareas. Aurora só quería ser importante.
Escoitou ás fadas brancas representar a Shakespeare e bebeu do ponche dos desexos de Michael Ende. Aurora só quería ser inocente.
Mostroulle o seu amor a algún galante xove, mentres contaba as estrelas e sentía a paz das flores. Aurora só quería ser querida.
Sentiu o perfume das cousas belas, respirou a tranquilidade... e soubo que endexamais volvería. Aurora, só quería ser libre.
Sabe Deus que todo ten un prezo e sairon buscala, pero ela foi máis rápida e ninguén puido facer nada. Perdeuse nun abismo, alén da realidade; levouna a morte. Máis por un intre puido voar e acaricia-lo ceo, foi paxaro e bolboreta, foi inocente e pícara, foi importante e querida, e sobre, todo foi libre.
E a lúa perdeuse, perdeuse para sempre aquela noite."
Sorprendida: porque aun mantiene la frescura por la que tanto me había gustado al escribirlo. Y un millón de imágenes se agolpan en mi memoria.
Avergonzada: está escrito en gallego (supongo que en gallego ya no normativo XD) y no me atrevo a traducirlo. No creo que tuviese sentido en otro idioma.
Con todo y a pesar de todo, espero que os guste: ALÉN
"A lúa perdeuse, perdeuse para sempre aquela noite.
Aurora só quería voar e acaricia-lo ceo, ser un paxaro ou unha bolboreta, por un intre.
Saiu da casa no medio da noite, espida, e correu co vento e xogou coa choiva e coas árbores. Aurora só quería divertirse.
Bailou nun aquelarre ó son das frautas dos trasnos e guiou á Santa Compaña polo pobo. Aurora só quería ser pícara.
Bañouse no mar e cantou coas sereas, nadou cos golfiños e engañou ás mareas. Aurora só quería ser importante.
Escoitou ás fadas brancas representar a Shakespeare e bebeu do ponche dos desexos de Michael Ende. Aurora só quería ser inocente.
Mostroulle o seu amor a algún galante xove, mentres contaba as estrelas e sentía a paz das flores. Aurora só quería ser querida.
Sentiu o perfume das cousas belas, respirou a tranquilidade... e soubo que endexamais volvería. Aurora, só quería ser libre.
Sabe Deus que todo ten un prezo e sairon buscala, pero ela foi máis rápida e ninguén puido facer nada. Perdeuse nun abismo, alén da realidade; levouna a morte. Máis por un intre puido voar e acaricia-lo ceo, foi paxaro e bolboreta, foi inocente e pícara, foi importante e querida, e sobre, todo foi libre.
E a lúa perdeuse, perdeuse para sempre aquela noite."
miércoles, julio 04, 2007
E logo ti......de que color ves sendo?????
Experiencias con la Doctora Mónica Alonso
ARTE EN CONTEXTO. XORNADAS SOBRE ARTE, EDUCACIÓN E CIDADANÍA
Hoy descubrí que hay carne del color de la lluvia. Carne del color de Las señoritas de Avignon... pero con pelo. Que hay carne impulsiva y carne desilusionada. Que hay, incluso, carne que se vuelve invisible y carne que se disfraza, mutando su capa externa con colores transitorios. Descubrí, que algo tan superficial como la piel, puede llegar a explicar los sentimientos más íntimos de otra persona...... o de ti misma.
Pero esto es tan sólo el final. Todo comenzó - no con poco escepticismo, debo confesarlo - con una búsqueda. No podía ser de otra manera. Así, buscando, encontré de pronto, y asombrándome, el color de mi cuerpo, el color de mí ser físico, de lo tangible en mí... de mi carne. Ese color siempre debía de haber estado ahí, escondido en ese pequeño rincón de mi rostro, en la finísima superficie de piel de mi párpado superior. Era ahí donde, silenciosamente, estaba el misterio. En ese pequeño rinconcito, solo visible, curiosamente, con los ojos cerrados.
Y al abrirlos, todo resultaba evidente. ¿Cómo no me había percatado antes? Mi propio color había invadido la ciudad: sus edificios, sus calles, su ambiente. ¿Cómo iba a poder explicarlo? ¿Quién podría entender de que modo la piedra se había transformado en mi mirada? ¿Quién podría verlo como yo? Esa carnosidad cenizo –amarillenta, esa superficie irregular salpicada de lunares, esa Compostela... era yo. ¿O tal vez yo era ella? ¿En qué momento me invadió con su color, fundiéndome a su epidermis? Creerían que estaba loca........
Pero diferentes espejos, en ocasiones, nos conectan con la misma mirada. E igual que aprendiste a verte, descubres maravillada a los demás.... y te descubren. A veces, lo más profundo es la piel.
ARTE EN CONTEXTO. XORNADAS SOBRE ARTE, EDUCACIÓN E CIDADANÍA
Hoy descubrí que hay carne del color de la lluvia. Carne del color de Las señoritas de Avignon... pero con pelo. Que hay carne impulsiva y carne desilusionada. Que hay, incluso, carne que se vuelve invisible y carne que se disfraza, mutando su capa externa con colores transitorios. Descubrí, que algo tan superficial como la piel, puede llegar a explicar los sentimientos más íntimos de otra persona...... o de ti misma.
Pero esto es tan sólo el final. Todo comenzó - no con poco escepticismo, debo confesarlo - con una búsqueda. No podía ser de otra manera. Así, buscando, encontré de pronto, y asombrándome, el color de mi cuerpo, el color de mí ser físico, de lo tangible en mí... de mi carne. Ese color siempre debía de haber estado ahí, escondido en ese pequeño rincón de mi rostro, en la finísima superficie de piel de mi párpado superior. Era ahí donde, silenciosamente, estaba el misterio. En ese pequeño rinconcito, solo visible, curiosamente, con los ojos cerrados.
Y al abrirlos, todo resultaba evidente. ¿Cómo no me había percatado antes? Mi propio color había invadido la ciudad: sus edificios, sus calles, su ambiente. ¿Cómo iba a poder explicarlo? ¿Quién podría entender de que modo la piedra se había transformado en mi mirada? ¿Quién podría verlo como yo? Esa carnosidad cenizo –amarillenta, esa superficie irregular salpicada de lunares, esa Compostela... era yo. ¿O tal vez yo era ella? ¿En qué momento me invadió con su color, fundiéndome a su epidermis? Creerían que estaba loca........
Pero diferentes espejos, en ocasiones, nos conectan con la misma mirada. E igual que aprendiste a verte, descubres maravillada a los demás.... y te descubren. A veces, lo más profundo es la piel.
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