A veces sentimos la necesidad de acallarnos, de permanecer en silencio. Intentamos concentrarnos en desaparecer poco a poco, nos esforzamos en lograr que nuestra existencia se desvanezca, como si no importase, como si nada importase. Cualquier cosa es mejor que pensar, que enfrentarse a la verdad.
Así, de este modo superfluo, van pasando los días, uno a uno, como si fuesen segundos... o tal vez, como si fuesen años. El trabajo lo envuelve todo, porque no puedes parar, cualquier cosa es mejor que detenerse, hasta olvidar las vacaciones, olvidar tu diario, olvidar a tus amigos... Y todas las cosas que eran importantes en tu vida, todas esas cosas que te arropaban, parecen dejar de tener sentido. Porque estás demasiado ocupada para pensar en ellas.
Pero entonces, una noche, una noche cualquiera, una noche más de pesadillas, te despiertas de nuevo sobresaltada y sola. Y sin querer, casi sin darte cuenta, empiezas a pensar, empiezas a sentir y se rompe el silencio.
Cualquiera podría pensar que dejaba morir este espacio poco a poco, que mi blog había muerto, pero no es así. Lo dejaba secarse por temor a ahogarlo entre mis lágrimas. Porque he estado triste, porque estoy triste.... y no me apetecía pensar. No me apetecía reencontrarme conmigo misma y no quería explorar en la causa de esta tristeza. Prefería huir. No siempre es que pienses en escribir y te de pereza. Es que a veces duele.
Así, de este modo superfluo, van pasando los días, uno a uno, como si fuesen segundos... o tal vez, como si fuesen años. El trabajo lo envuelve todo, porque no puedes parar, cualquier cosa es mejor que detenerse, hasta olvidar las vacaciones, olvidar tu diario, olvidar a tus amigos... Y todas las cosas que eran importantes en tu vida, todas esas cosas que te arropaban, parecen dejar de tener sentido. Porque estás demasiado ocupada para pensar en ellas.
Pero entonces, una noche, una noche cualquiera, una noche más de pesadillas, te despiertas de nuevo sobresaltada y sola. Y sin querer, casi sin darte cuenta, empiezas a pensar, empiezas a sentir y se rompe el silencio.
Cualquiera podría pensar que dejaba morir este espacio poco a poco, que mi blog había muerto, pero no es así. Lo dejaba secarse por temor a ahogarlo entre mis lágrimas. Porque he estado triste, porque estoy triste.... y no me apetecía pensar. No me apetecía reencontrarme conmigo misma y no quería explorar en la causa de esta tristeza. Prefería huir. No siempre es que pienses en escribir y te de pereza. Es que a veces duele.
6 comentarios:
Hola, espero que la tristeza te abandone poco a poco o mejor de golpe, pero que te abandone.
UN beso.
Lady Read.
Piensa que el hablar alivia mucho. Cuando decimos eso que nos duele en voz alta, nos descargamos de un peso. Nos damos cuenta de que quizá no era tan "innombrable" como nos parecía, que a más personas les ocurre, que el propio pesar no es más grande ni más profundo que el de otras personas que nos rodean. El callar nos reconcome, así que no abandones de nuevo el blog, aunque te cueste esfuerzo. Besos y mucho ánimo.
Mi preciosa doncella, no pensé ni por un momento que esto estuviera muerto :) Me alegra sobremanera tu regreso bellaaaa!!!Extrañé mucho leerte. La tristeza, huir...todos nos sentimos así de vez en cuando, yo misma hay veces en que parece que me obligue a una retirada emocional, pero después de la soledad, como tu bien dices, se acaba rompiendo este sello de silencio. Me complace ver que has roto el tuyo mi niña...que el mundo necesitaba un poquito más de tu magia!!! Un abrazo inmenso Preciosa hija de Lilith!!!
PD: Desatragantate más a menudo!!!Que se te quiere mucho por estos parajes! :)
Seguiremos leyéndote y si podemos aliviarte de alguna manera no dudes en pedirlo, ya sabe donde estamos.
Un abrazote de krisish
¿Y usted qué preciosa? ¿Qué es de su vida señorita angelical? Vine a dejarte un beso enorme, enorme y sonoro!!!...que se te echa de menos!!! :(
A ti y atus danzas nocturnas bajo la lluvia!!! Un abrazo enormeeee!!!
Publicar un comentario