"La llegada de la primavera debería celebrarse con música alegre y bailes. Estamos trasladándonos desde un mundo helado a otro en el que los animales, las plantas, la gente y los personajes mitológicos se unen para crear al mundo de nuevo"
Edain MacCoy para la Agenda 2005 de las Brujas.
Edain MacCoy para la Agenda 2005 de las Brujas.
Siempre me ha encantado celebrar la llegada de la Primavera. Como este año me ha encontrado algo enferma, me celebro junto a vosotros un nuevo 21 de marzo e invoco a las fuerzas del equinoccio para que nos llenen de energías y vibraciones positivas durante este año.
El equinoccio de Primavera es sin duda una de mis fechas mágicas favoritas. Se conocen multitud de antiguos rituales asociados a esta fiesta de la fertilidad y el amor, que eran celebrados (y todavía se celebran) principalmente, por los druidas celtas y otros pueblos del Norte de Europa, aunque también se conocen paralelos en Oriente, como en China o en Egipto.
El inicio de la Primavera supone el comienzo del año agrícola, el abrirse de las flores en multitud de pétalos de colores y la llegada de unos días más largos y luminosos. En el plano astral, es el momento en que empieza a girar el Zodiaco y nos encontramos profundamente ligados a Sirio, una de las estrellas más importantes en hechicería.
Pero lo que más me fascina de esta historia mágica, es como en estos rituales se veneraban a unas poderosas y respetadas diosas de la fertilidad, antecedentes tal vez de la Gran Diosa Madre de la brujería Wicca, una de las corrientes/religiones mágicas más extendida en la actualidad. Porque en la Magia, no se siente temor ante lo femenino. Ni siquiera cuando lo femenino es Dios.